El Partido Republicano se perfila como ganador en los escaños que dejaron vacantes Michael Waltz, al incorporarse al gobierno de Trump, y Matt Gaetz
Los candidatos republicanos triunfaron en dos elecciones especiales al Congreso en Florida este martes, según proyecciones, ampliando levemente su margen de acción frente a una mayoría ajustada en la Cámara de Representantes.
Jimmy Patronis, director financiero de Florida, se impuso en el 1º Distrito para suceder al exrepresentante Matt Gaetz, mientras que el senador estatal Randy Fine ganó en el 6º Distrito, reemplazando a Michael Waltz, ahora asesor de seguridad de Donald Trump.
Fine superaba al demócrata Josh Weil (54 % – 46 %) al declararse su victoria con el 73 % de los votos escrutados. En tres condados con conteo casi completo, Fine obtuvo 10 puntos menos que Waltz en noviembre.
Patronis venció a Gay Valimont, exactivista de Moms Demand Action, quien había perdido contra Gaetz previamente.
La campaña en el 6º Distrito generó tensiones republicanas: Weil recaudó más fondos y Fine tardó en lanzar anuncios. Aunque Trump ganó el distrito por 30 puntos en noviembre, grupos externos republicanos reforzaron su apoyo ante una contienda cerrada.

Trump movilizó a sus seguidores mediante publicaciones en Truth Social y dos teleconferencias la semana pasada, ante el intento demócrata de capitalizar la baja participación.
Fine, aliado leal de Trump tras abandonar su apoyo a Ron DeSantis en 2024, criticó al gobernador por no combatir suficiente el antisemitismo. Este giro le valió el respaldo de Trump en las primarias de enero, consolidando su nominación.
“Te apoyaré al 100% y seré tu mejor defensor”, declaró Fine a Trump en una teleasamblea.
Linda Morgan, votante republicana, respaldó a Fine por su compromiso con Trump “Si ayuda al presidente, estoy con él”, dijo en Daytona Beach.
Fine agradeció a Trump en la red social X “No lo defraudaré”. Patronis, aunque neutral en las primarias, también se alineó con Trump, aunque buscó mantener buenas relaciones con DeSantis.
“Todos manos a la obra”
Valimont recaudó mucho más que Patronis, lo que, admitió, causó “gran inquietud” en su campaña. Sin embargo, la diferencia en fondos fue aún mayor en el 6º Distrito, algo menos republicano, despertando dudas sobre las posibilidades de Fine.
Weil, un profesor que había reunido más de $10 millones hasta el lunes según reportes, usó su ventaja financiera para atacar a Fine por posibles recortes republicanos a programas como el Seguro Social y Medicaid, en un distrito donde casi el 30 % de la población es mayor de 65 años.
Trump intentó neutralizar esos ataques en su teleconferencia, asegurando “Randy defenderá la Seguridad Social, protegerá Medicare, bajará impuestos y apoyará nuestra agenda fronteriza”.
Fine había recaudado 2 millones de dólares, incluidos 600.000 dólares propios, lo que aumentó la preocupación republicana sobre una elección más ajustada de lo previsto.
Además, Fine reside a más de 100 millas del distrito que buscaba representar, no logró arraigarse en la zona y solo lanzó anuncios televisivos al final de la campaña.
Esto alarmó a los republicanos, pero la abrumadora recaudación de Weil provocó verdadero pánico en el partido y la Casa Blanca.
“La Casa Blanca tardó en entender lo que los floridanos ya sabían”, dijo un operador cercano al círculo de Trump. “Al detectar las debilidades de Fine, actuaron con fuerza y recursos”. “Todos se volcaron”, añadió.
El esfuerzo incluyó un despliegue de republicanos de Florida para movilizar votantes y una inyección de dinero que permitió a Fine competir en televisión y reducir su desventaja económica frente a Weil.
“El pánico y el dinero solucionan mucho”, comentó un estratega republicano de la campaña. Mientras, los demócratas se conformaron con que Weil superara el desempeño de Kamala Harris.

“En 2025, los demócratas han aventajado a rivales en distritos azules, morados y rojos, con votantes castigando a Trump y Musk”, declaró Ken Martin, del Comité Nacional Demócrata. “Esta noche no fue diferente” dijo.
Un poco de espacio para respirar
Estos triunfos republicanos amplían ligeramente el margen de acción de los líderes del partido en la Cámara para impulsar sus principales iniciativas.
Con una mayoría ahora de 220-213 y dos escaños demócratas vacantes, los republicanos podrán permitirse hasta tres deserciones internas y aun así aprobar legislación partidista, siempre que el resto de sus miembros vote unido.
Patronis y Fine llegarán al Congreso en un momento clave, mientras los republicanos buscan consolidar un presupuesto que respalde las prioridades de Trump, como extender los recortes fiscales de 2017.
Fine ha prometido alinear su voto con la agenda trumpista, advirtiéndole durante la teleconferencia que su elección definiría “si usted tendrá los votos necesarios en el Congreso para cumplir su programa”.
Por su parte, Patronis destacó en una entrevista que sus focos serían la economía y los veteranos (el 1º Distrito alberga la segunda mayor población veterana del país, según datos oficiales).
Al ser interrogado sobre posibles recortes a Medicaid, evitó comprometerse, argumentando que no había analizado “ese tipo de escenarios hipotéticos”.
“Mi prioridad es devolver recursos a los ciudadanos del Distrito 1 y optimizar el gasto público”, afirmó. “No apoyo recortar beneficios establecidos. Prefiero ampliar opciones”.