La Ciudad de Tampa acordó pagar 14 millones de dólares a un hombre que estuvo en prisión por casi cuarenta años siendo inocente

Sin duda alguna, la justicia es ciega y en muchas ocasiones se equivoca. Así ha quedado demostrado en esta ocasión luego de que la Ciudad de Tampa acordara pagar una compensación histórica de 14 millones de dólares, a un hombre que estuvo en prisión durante 37 años por un crimen que no cometió.

De acuerdo a los registros, Robert DuBoise pasó 37 años tras las rejas, pero además estuvo a punto de perder la vida, pues, inicialmente había sido sentenciado a la pena muerte por el asesinato de Barbara Grams en 1983.

Poco más tarde, DuBoise vio su sentencia reducida a cadena perpetua y gracias a las nuevas pruebas de ADN en el caso, que fueron presentadas en 2018 por el Proyecto Inocencia, el proceso tomó otro rumbo. Dos hombres fueron señalados como posibles culpables y DuBoise pudo confirmar su inocencia.

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Una ves que fue liberado en 2020, el hombre levantó una demanda en contra de la Ciudad de Tampa, así como a los agentes de policía y a un dentista forense, quienes estaban involucrados en su caso, en busca de que su «tiempo injusto en prisión» tuviera una recompensa económica.

La demanda se resolvió con el acuerdo de 14 millones de dólares, y fue aprobado por unanimidad por el Concejo Municipal de Tampa, en el centro oeste de la Florida.

Según el acuerdo, esta millonaria suma de dinero será desembolsada en varios plazos, brindando a DuBoise una compensación esperada por mucho tiempo.

A pesar de que el caso ya se ha resuelto, DuBoise afirma que continúa enfrentando las secuelas emocionales que vivió durante su encarcelamiento. Sin embargo, la desacreditación del testimonio de un informante de prisión y las pruebas de ADN que apuntan a otros dos hombres reforzaron aún más su inocencia.

DuBoise asegura que el acuerdo representa un paso hacia la justicia y un estímulo para aliviar un poco su carga emocional.

Aunque el camino no fue tan fácil como todos creen, dijo, espera que su caso sirva como un recordatorio de las consecuencias devastadoras de las condenas erróneas y que refuercen aún más la revisión exhaustiva de los casos para garantizar que se imparta justicia de manera idónea.