El gobernador de Florida convocó una sesión legislativa estatal especial que se espera se centre en reformar la ley estatal para ayudar a la agenda de inmigración de Trump
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, le dejó claro una cosa al gobierno entrante de Trump: estamos aquí para ayudar.
Este lunes, DeSantis ha convocado a la Legislatura de su estado a una sesión especial para, entre otras cosas, aprobar un extenso proyecto de ley de inmigración cuyo objetivo es alinearse con las órdenes ejecutivas que se espera que el presidente electo, Donald Trump firme poco después de asumir el cargo el próximo 20 de enero.
El gobernador dijo que habló personalmente con Trump acerca de las ideas políticas y que él y su equipo fueron informados sobre algunas de las principales propuestas del presidente electo enfocadas en la inmigración.
DeSantis convocó la sesión especial para la última semana de enero, luego de que Trump se haya juramentado. Eso les da tiempo a los legisladores estatales para diseñar cambios de políticas que mejoren la política de inmigración de la gestión de Trump.
“Adaptaremos lo que estamos haciendo para mostrar cuáles serán sus políticas”, afirmó DeSantis.

El equipo de transición de Donald Trump ha estado disponiendo un conjunto de decretos ejecutivos para el primer día de su gobierno. Aunque se espera que se enfoquen en una gran variedad de cuestiones, es casi seguro que habrá un amplio énfasis en la inmigración, uno de los principales temas de su campaña.
“Será como nada que hayas visto en la historia”, aseguró un agente de la campaña de Trump el pasado mes de noviembre.
El presidente electo aún no ha diseñado los cambios concretos que buscará mediante una orden ejecutiva, muchos de ellos posiblemente afrontarán desafíos legales, pero se ha enfocado de manera pública en la idea de deportaciones masivas y el fin de la nacionalidad por derecho de nacimiento.
DeSantis no dio mayores detalles acerca de qué tipo de información ha recibido su equipo del gobierno entrante. Dijo que prevé que Trump posiblemente amplíe el conocido programa 287(g), que permite al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos encomendar en agentes locales la autoridad para desempeñar algunas funciones generalmente reservadas a los agentes federales de inmigración.
“Creo que lo que van a hacer con la gestión de Trump será una aplicación más contundente de la 287(g) de lo que posiblemente hayamos visto”, afirmó DeSantis. “Será bueno eso. Algo que creo que marcará una diferencia significativa” dijo.
De acuerdo al programa actual, las administraciones estatales y locales pueden “optar” por participar en el programa, pero el gobernador de Florida prevé que la Legislatura de Florida, dominada por los republicanos, use su sesión especial para hacer que el programa sea obligatorio. Cualquier decisión final sobre el lenguaje del programa se tomaría luego de que Trump emita sus órdenes ejecutivas.
“Vamos a decir que los alguaciles y los municipios serán parte del 287(g)”, agregó.
La Legislatura de Florida, que sería responsable de elaborar cualquier legislación concreta, aún no ha presentado propuesta alguna, pero DeSantis señaló que quiere que los legisladores se centren en reforzar la capacidad de castigar a los agentes locales que no acaten la ley federal de inmigración, aumentar la capacidad de las fuerzas del orden locales para hacer cumplir la política de inmigración y eliminar los “incentivos persistentes” restantes que existen para que la inmigración indocumentada venga y se quede en el estado.
DeSantis señaló particularmente una ley de 2014 que ofrece tarifas de matrícula estatales a inmigrantes indocumentados, una propuesta que se convirtió en ley por Rick Scott, un republicano que en aquel entonces era gobernador de Florida y actualmente es senador de los EE.UU., y apoyada por la propia vicegobernadora de DeSantis, Jeanette M. Nuñez.
“La matrícula estatal es un beneficio que se le da a una persona por estar aquí de manera ilegal”, mencionó.
Los republicanos de Florida rechazaron los últimos intentos legislativos de eliminar el programa.

El representante estatal, Randy Fine, un candidato apoyado por Trump que se postula para sustituir al representante Mike Waltz, a quien Trump ha elegido para servir como su asesor de seguridad nacional, dijo que de nuevo presentará una legislación para la sesión especial enfocada en acabar con la matrícula estatal para estudiantes indocumentados, que le cuesta al estado 45 millones de dólares anuales.
“El gobernador de Florida y yo tenemos nuestras diferencias, pero una cosa que los dos hemos querido hacer durante años es terminar con los $45 millones en ayudas para inmigrantes ilegales que asisten a nuestras universidades de prestigio mundial”, señaló Fine, quien apoyó a Trump frente a DeSantis en las primarias presidenciales republicanas de 2024.
La fiscal general de Florida, Ashley Moody, quien es la favorita para que DeSantis la designe para ocupar el puesto en el Senado que dejará vacante Marco Rubio, quien está nominado para servir como secretario de estado de Trump, apoyó la solicitud de DeSantis de un extenso proyecto de ley de inmigración.
DeSantis no ha mencionado públicamente su nombramiento para ocupar el puesto de Rubio, una decisión que tiene que efectuarse antes de que Trump sea juramentado, pero dijo que Rubio será de línea dura en la reforma del conocido programa de visas H-1B, que se ha convertido en un tema de muchas luchas internas entre los partidarios de Trump desde su triunfo electoral.
Partidarios importantes como el multimillonario magnate tecnológico Elon Musk ha dicho que apoyan el programa, que es una fuente de talento internacional de bajo costo para muchas compañías, mientras que la parte más populista y antiinmigratoria de la base de Trump, liderada por personalidades como los expertos conservadores Steve Bannon y Laura Loomer, aseguraron que esperan que el programa sea eliminado.
Tras semanas de luchas internas entre los partidarios de MAGA, Trump afirmó a finales de diciembre que considera que el programa es “excelente”.