Tras recibir una inyección letal en la Prisión Estatal de Florida, a Barnes lo declararon muerto este jueves
Este jueves, el estado de Florida ejecutó a través de una inyección letal, a un hombre identificado como James Phillip Barnes, de 61 años, por el asesinato de su esposa en 1997, a quien estranguló, y de otra mujer, una enfermera, años antes.
Tras recibir una inyección letal en la Prisión Estatal de Florida situada en la localidad, a Barnes lo declararon muerto a las 18:13 hora local de este jueves, así lo informó un portavoz de la Gobernación de Florida.
Este hecho constituye la quinta ejecución que se lleva a cabo en Florida en lo que va de año, y luego de que el propio condenado rechazara la presentación de apelaciones e manifestará su voluntad de que se le imputara la pena máxima.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el pasado 22 de junio la orden de ejecución de Barnes, quien se levantó este jueves, el día de su ejecución, a las 05:30 de la mañana y rechazó su última comida.
Barnes tampoco recibió visitas ni el consuelo de algún consejero espiritual, como suele suceder normalmente, según explicó una vocera de la prisión, horas antes de la ejecución.
Por el estrangulamiento de su esposa Linda Barnes, de 44 años, Barnes cumplía cadena perpetua, quien en 2005 escribió varias cartas desde la cárcel a un fiscal estatal en las que se atribuía también el cruel asesinato de Patricia Miller en 1988, una enfermera que residía en Melbourne, en el este de Florida.
En las vistas judiciales que se llevaron a cabo, Barnes se representó a sí mismo en los tribunales y se declaró culpable del delito de asesinato en primer grado por la muerte en de Miller en 1988, quien tenía 41 años al momento de ser asesinada a golpes con un martillo.
De acuerdo a documentos judiciales, Barnes ingreso a la vivienda de Miller, que después de violarla, intento estrangularla y luego la golpeó con un martillo en la cabeza, crimen del cual se declaró culpable.
Las pruebas de ADN realizadas vincularon a Barnes con el asesinato de Miller y fue sentenciado a muerte el 13 de diciembre de 2007.
Con respecto a su esposa, Linda, Barnes la asesinó en 1997 luego de que ella descubriera que él era traficante de drogas.
El cuerpo de la mujer fue encontrado dentro de un armario y tenía signos de estrangulamiento.
Florida aplicó la inyección letal en junio pasado a Duane Owen, condenado a muerte por el asesinato de dos mujeres en 1984, luego de dos apelaciones de sus abogados para suspender la ejecución por problemas mentales, que fueron rechazadas.
Hasta ahora, hay 292 reclusos en el “corredor de la muerte” en Florida, tres de ellos mujeres, según informó el registro del Departamento de Correcciones (Prisiones) de Florida.
Desde 1973, más de 190 presos han sido liberados del corredor de la muerte en Estados Unidos, por pruebas de su inocencia.
La Conferencia de Obispos Católicos de Florida, que se opone a la pena capital, programó un conjunto de vigilias de oración este jueves en todo el estado de Florida.
También, la organización Ciudadanos contra la Pena de Muerte de Tallahassee realizó una vigilia frente a la mansión del gobernador DeSantis desde las 18:00 hora local en Tallahassee, con motivo de la ejecución.
La organización realizará un servicio de recordación este viernes en horas del mediodía en la rotonda del Capitolio estatal, en la mencionada ciudad.