Critican fuertemente el plan para eliminar los mandatos de vacunas en el sur de Florida

La iniciativa del gobernador DeSantis de eliminar la vacunación obligatoria infantil en Florida ha desatado una intensa polémica, especialmente en el sur del estado. Padres, maestros y profesionales médicos expresan una profunda preocupación por el impacto que esta decisión podría tener en la salud pública y la seguridad en las escuelas de la región. Este movimiento, que el gobierno estatal enmarca en una expansión de las libertades individuales, es visto por muchos expertos como un paso peligroso que podría revertir décadas de progreso en la prevención de enfermedades.

Preocupación entre padres y profesionales de la salud

La reacción en las comunidades del sur de Florida ha sido inmediata y contundente. Anmarie Budraj, una profesional de la salud de la zona con un hijo en la escuela secundaria, compartió su punto de vista contradictorio. «Creo que, como padres, deberíamos tener la opción de elegir si nuestros hijos reciben vacunas, y el estado no debería dictar nada al respecto», dijo. No obstante, Budraj rechaza la eliminación total de estos requisitos, al considerar la medida «muy controvertida» y alertar del riesgo innecesario que supondría para la población infantil más vulnerable.

Líderes escolares y educadores alertan sobre riesgos

El sistema educativo del sur de Florida ha alzado la voz con preocupación. Los críticos, incluidos miembros de la Junta Escolar del Condado de Miami-Dade y el sindicato Maestros Unidos de Dade, argumentan que los derechos de los padres ya están protegidos mediante exenciones por razones médicas o religiosas establecidas por la ley estatal. El miembro Steve Gallon III reafirmó el compromiso de la junta con los derechos fundamentales de los padres. Pero los derechos de los padres son recíprocos. Quienes opten por no vacunar a sus hijos deben seguir el procedimiento legal ya establecido para ello.

Gobernador Ron DeSantis anuncia su plan para eliminar los mandatos de vacunación infantil en Florida, generando polémica

Antonio White, líder de United Teachers of Dade, alertó que relajar los mandatos de vacunación elevaría el riesgo de brotes en las escuelas, poniendo en peligro tanto a estudiantes como al personal educativo. En un comunicado oficial, las Escuelas Públicas de Miami-Dade declararon que «continuarán siguiendo todas las leyes estatales y esperarán la orientación oficial del Departamento de Salud de Florida y el Departamento de Educación de Florida».

La comunidad médica advierte sobre consecuencias graves

Desde el ámbito médico en el sur de Florida, las advertencias son aún más severas. En Coral Gables, el pediatra Dr. Gary Kramer explicó que, aunque en su clínica actualmente son pocos los padres que se resisten a las vacunas, prevé que el escepticismo aumentará significativamente si se eliminan los mandatos. Comparó el riesgo con «conducir un auto sin seguro», subrayando que enfermedades casi erradicadas como el sarampión y la tos ferina podrían reaparecer con fuerza en las comunidades del sur de Florida. «Como médicos, ninguno de nosotros es lo suficientemente bueno como para saber cuándo sucederá eso ni qué tan grave será», afirmó Kramer.

La postura estatal y la respuesta política

Ron DeSantis justifica su iniciativa, afirmando que esta refuerza la libertad médica y limita la intromisión estatal en las decisiones de salud que toman las familias. El mandatario anunció la creación de un comité especial denominado «Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable», presidido por el vicegobernador Jay Collins y la primera dama Casey DeSantis, cuya misión será revisar las normas de vacunación y otras políticas sanitarias.

El Dr. Joseph Ladapo, Director General de Salud Pública de Florida, intensificó la retórica al comparar los mandatos de vacunación con la «esclavitud», calificándolos de una «intrusión inmoral» en los derechos de los padres. Ladapo se comprometió a colaborar con los legisladores para eliminarlos «todos. Hasta el último de ellos». Este lenguaje ha encontrado una feroz oposición por parte de los líderes demócratas. La representante Anna Eskamani tachó la medida de «imprudente y peligrosa», alertando que podría provocar brotes de enfermedades evitables, afectando gravemente al sur de Florida y a todo el estado.

El debate sobre el plan para eliminar los mandatos de vacunación infantil promete intensificarse en las próximas semanas, con el sur de Florida como epicentro de una batalla que enfrenta la concepción de libertad individual con la responsabilidad de salud pública.