La pequeña se metió debajo del automóvil para recoger sus cosas que se le habían caído de manera accidental, cuando la madre sin saberlo arrancó y la arrolló

El comienzo del nuevo año escolar para una niña de 12 años, estudiante de la Booker Middle School, en Florida, se vio eclipsado después de ser arrollada por su propia madre accidentalmente, quien manejaba una camioneta SUV.

El accidente ocurrió cerca de las 7:45 de la mañana, una vez que a la pequeña se le cayó su bolso y algunas de sus cosas rodaron por debajo del automóvil, según explicó el oficial de patrulla de carreteras, Kenn Watson.

La niña, cuya identidad quedo resguardada, se metió debajo del auto para agarrar sus pertenencias, pero sin alertar a su progenitora, quien arrancó el vehículo Lincoln Navigator.

“Cuando oyó a su hija gritar, se detuvo de inmediato”, dijo Watson. La preadolescente fue llevada en helicóptero al Hospital Infantil Johns Hopkins en San Petersburgo, donde se encuentra en condición crítica.

La progenitora de la niña tampoco ha sido identificada de manera pública, según Watson, quien añadió “aquí estamos, el primer día, y ya hemos presenciado una tragedia”.

“Esperamos que esto no ocurra de nuevo, pero es importante que recordemos siempre tener una buena percepción espacial cuando nos encontramos en las inmediaciones de una zona escolar y, especialmente, cuando permitimos que nuestros hijos salgan de nuestro automóvil”, dijo.

Hasta ahora, el colegio ha ofrecido consejeros para los estudiantes consternados por el lamentable incidente. El director Lashawn Frost pidió a los padres a “seguir los procedimientos de entrega designados”, según un mensaje emitido tras el accidente.

“Este es un suceso que se pudo haber evitado sencillamente prestando un poco más de atención y sin apuros”, reprochó Watson.

Tres personas acusadas por una serie de robos a clientes bancarios en Florida

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Este lunes, tres personas fueron detenidas luego de que la policía de Miami-Dade informara que una investigación multijurisdiccional los relacionó con una serie de hurtos que involucraron a clientes de varias instituciones bancarias en el sur de Florida.

La investigación determinó que los implicados, identificados por las autoridades policiales como Marcel Rashad Johnson, de 18 años; Virgil Lamonte Woodson, de 19 años; y Amber Dyer, de 25 años; seguían a las víctimas desde varias entidades bancarias en el sur de Florida y las robaban por sus retiros en junio. La investigación reveló 6 incidentes con descripciones y métodos afines de los sospechosos, de acuerdo a la policía.

La policía indicó que los involucrados usaban automóviles de alquiler y cambiaban las placas de matrícula con otras hurtadas para evitar ser detenidos.

Las autoridades señalaron que los delincuentes seguían a las víctimas desde algunas agencias de Bank of America, Chase y Wells Fargo. En dos de esos robos, las víctimas fueron golpeadas con un arma de fuego y requirieron asistencia médica.

Los agentes de la policía identificaron a Woodson como sospechoso mediante una pista y empezaron a vigilarlo, según un reporte. La policía aseguró que vieron a Woodson manejando un Nissan Altima 2019 con placas cambiadas. Aseguraron que fue avistado en estacionamientos de bancos en todo el sur de Miami-Dade con dos cómplices el 2 de junio.

Ese mismo día, más tarde, cerca de las 6 pm, una mujer de 66 años fue robada cuando volvía de una tienda cerca de un Bank of America, de acuerdo a la policía. Cuando la afectada procedía a sacar las compras de su auto, Johnson se le acercó, la despojó de su cartera y escapó del lugar caminando.

Las autoridades emitieron una alerta de “búsqueda y captura” para Johnson y el Nissan Altima de color negro. La policía de Miami-Dade señaló que los detectives ubicaron el automóvil más tarde y efectuaron una parada de tráfico a la altura de la cuadra 5000 de Southwest 116th Avenue, donde arrestaron a Woodson y Dyer.

Al revisar el auto, la policía halló una franela verde fluorescente que coincidía con la descripción proporcionada por la mujer atacada.

La policía señaló que las imágenes de las cámaras de vigilancia mostraron a Johnson arrojando la cartera de la víctima y algunas tarjetas antes del semáforo. La víctima confirmó después que los objetos lanzados desde el auto eran de su pertenencia.

Las autoridades informaron que Johnson y Woodson, después de ser informados de sus derechos Miranda, optaron por no confesar nada a los agentes. Sin embargo, Dyer renunció a sus derechos y dio una declaración a los oficiales que fue redactada en su informe de detención.

Los registros del centro de reclusión señalan que Dyer y Johnson enfrentan un delito cada uno por robo con fuerza y conspiración para perpetrar robo con fuerza. Johnson y Woodson también enfrentan un delito adicional por agresión a una mujer de 65 años.